Cuando veo esa imagen me hace fantasear
con atravesar la puerta de la habitación y
encontrarte a ti dispuesto,
totalmente desnudo y durmiendo, me imagino
acercándome a tí.
Y empezar a dejar un reguero de besos
por toda tu espalda,
primero de un modo sutil y luego apasionado,
en busca de los placeres más recónditos que
anidan tu cuerpo, puedo imaginarte despertando
y dándote la vuelta acercándote más a mí
para recibirme con mayor comodidad.
Acariciando mi rostro, fusionando nuestros labios
en un ardiente beso.
Mientras devoro cada espacio de piel libre,
subiendo, bajando, explorando con avidez.
Para mordisquear y poseer cada centímetro de ti,
pasando por tu abdomen, tu amplio torso
tu cuello sensible y luego bajar otra vez,
hasta ese lugar tan sensible de tu anatomía.
Y poder disfrutar al fin de las sensaciones infinitas
que despiertas en mí.
Acogerte entre mi boca, expresando con mi cuerpo
estos inagotables Te Quiero, que fluyen de toda
mi alma, prodigando mi mas profunda reverencia
y entrega, despacio, saboreándo, para finalmente
permitir tus embestidas.
Llenas de fuerza y ardor cargadas de deseo
hasta terminar nuestros cuerpos abrazados
y saciados, disfrutando
de nuestro rito de placer...
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