martes, 16 de octubre de 2012

Nos Poseimos

Besarte, estrecharte un fundirme en tí,
tu cuerpo desnude sin desvestirte
solo la parte inferior de tu anatomía
resaltaba el eros matinal...

Tu blusa tan corta no estorbó
tu jeans quedaron presionando
tu cadera...

Poseido de tí
te quise poseer, de espaldas te volví
y sentiste el latir de mi centro
buscando tu placer entre tus piernas...

Y todo fue gemir en el momento más largo
de esa hora.
Salir, entrar dar y recibir
la ropa no nos estorbó...

Al cerrarse la puerta se nos antojo el placer
y tu piel se inquietaba, tu cuello temblaba....
Cuando sentías mi aliento
y la humedad se tornó en muchas aguas
la locura de tus suaves repliegues...
Pedían desahogarse sin fin.

Lograste una y otra vez,
tu cometido y yo
deleitándome en la sensualidad
de tu espalda.


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