Simple debería ser hablarte de mí,
simple como descubrir el sonido de tu corazón
latiendo con el mío.
Sin embargo...
las palabras se escurren en mi mente
las ansiedades resbalan por mi cuerpo,
extraños apetitos y temores
recorren mi piel con incoherencia,
en misterioso juego de silencios.
Si yo pudiese...
Hablarte de mis días,
de mis noches,
de deseos y pasiones de los sueños
abandonados.
De mi callada existencia
del mañana incierto.
Si yo pudiese compartir contigo,
la alegría de sabernos juntos
hasta siempre,
volvería a recorrer el camino y te invitaría...
a comenzar de nuevo.
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