Parece un delirio el final.
El alma se va en un abismo
cuando en las noches pienso, que mañana
junto a mí no estarás.
Y en brazos de otro cuerpo
tu perfume y tu aroma vas a dejar.
Al amanecer con tu olor, tu ropa
en su cama estará como seda humedad
por el derroche.
Sólo me recuerda a cuando plenos y exhaustos
dormían nuestros cuerpos,
después de hacer el amor,
de una forma arisca, salvaje
como fieras en celos.
Y ahora nuestro amor
es sólo un ayer.
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