Y llega la noche con su silencio
busco deseosa la soledad
de sus sombras,
que me arropan complices y sigilosamente
como una furtiva.
De la luz de mi conciencia
para si poder pensarte,
para así sentir que eres mío.
Respiro tu aroma, bebo tu aliento,
viajo con tus palabras...
Vivo con tus miradas...
muero con tus caricias revivo con tus silencios
y vuelvo a morir con tus besos súbito aliento.
Siento el latido que corre veloz
por mis venas y lentamente, pero intensamente
rezo en silencio tu nombre al nombrarte
por arte de magia.
Cierro mis ojos despacio porque...
Escucho lejana tu voz y en susurro que besa
me das las buenas noches.
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