A veces me sorprendo con tu fotografía entre mis manos
apretada en mi pecho
diciéndote te amo...
Y vuelve esa sensación de extrañarte tanto.
Me he preguntado mil veces
¿Cuando volverás? ¿Cuando te volveré a amar?
Y nuevamente ordeno nuestra casa,
nuestras cosas y me pongo bonita para ti.
Y mientras tu llegas,
sigo enamorada de la luna,
de las estrellas del infinito y de tu forma de ser.
Aún en la distancia debes saber que te necesito,
pero sobre todo, que es solo tuyo este querer.
Tu ausencia se transformó en mi silencio
y en mi cielo,
el sol me trae tus caricias cada mañana
y por las noches te volviste esa luz de la luna
que se asoma tras la ventana
y me da un beso antes de dormir.
Paso horas viendo tu fotografía
hablándote de este amor
que es tristeza y alegría, que me hace vivir y soñar
una vez mas, y te repito en mi silencio que te amo.
Nada anhelo en mi vida
que ver de ti una sonrisa y sentir mi cuerpo
con tu voz estremecer...
Anhelo estrecharte entre mis brazos como antes
y volver a ser dueña de tu querer.
Sigo aprisionando, besando y hablando con tu fotografía
y ella sigue sonriendo para mi.
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