Me dejaré morir entre tus besos
sedienta de pasión...
Enamorada,
me cubrirás el cuerpo de pecados
para vivir eternamente en tus excesos.
Seré esclava de tu amor, amamantada;
dejándome llevar a tu locura,
dulce pasión que el alma evade,
entre las sensaciones aún no escritas.
Me tendrás deseosa de tu cuerpo
expectante a todo movimiento,
seré para tí tu fiel sumisa...
orgullosa y feliz de entregar todo.
Guíame señor por estos mundos,
apacigua el temor que llevo dentro
y haz que mi entrega sea tan pura;
que gocemos los dos en el encuentro.
Lléname de ti y terminemos abrazados,
con la piel enrojecida
y el alma viva de habernos entregado.
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