Ata mis manos a tu cuerpo, a tu cama.
Atame para que sea tu juguete,
el objeto que a tu antojo manejas.
Atame para hacerme desear tocarte sin poder hacerlo.
Hazme morir por tu roce tan lejano
y tan cerca a la vez.
Obligamé a permanecer donde quieres,
a permanecer a tu disposición.
Ata mi deseo, mis ganas, mis suspiros
y mis lamentos.
Haz con ellos tu santo capricho.
Atame como a tu marioneta,
para aspirar mi deseo, para beber mis lágrimas.
Para tocar mi placer y aún mi dolor
y cuando termines de usarme a tu antojo.
Déjame atada para ser tuya
aún cuando no lo quieras....
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ResponderEliminarPrecioso poema que incita a atarte tal como deseas.
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