Me acaricias muy despacito,
como cuando caen las primeras gotas de lluvia...
Muy sutil apenas insinuando ese toque que me eriza la piel.
Una tormenta de pasiones se desliza sobre la arena,
nieve que se desliza bajo mi ropa,
desnudado mi piel tibia, piel ansiosa y deseos de recorrerla.
Explorada por tus manos por tus labios.
Marca tus huellas con tus dedos húmedos en mi piel
convirtiendo en pétalos de rosas
mis poros abiertos a ti.
Surca despacio mis tibios labios de seda,
que lento de apretar los tuyos para beber en ellos.
Que tus manos escalen mis cimas,
mis pechos,
que es tierra de mi cuerpo y carne
de tu gozo...
Navegante de mis espacios
llena de ti, la sequedad de este cuerpo
y habita en cada rincón
que tu lengua explore.
Convierte este cuerpo en hoguera
donde nuestros cuerpos en su desnudez apacigüen
este deseo de Amar.
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