domingo, 19 de octubre de 2014

El Pulso Late

Cierra los ojos, siente mi respiración en tu espalda;
deja que las caricias entrecorten tu aliento.
Con mis labios escribiré un juramento irrompible,
con tus ojos marcarás el comienzo
de la dicha.

Escucha el pulso que de nuestro pecho
emerge.
Aquel que sin palabras
narra nuestro encuentro.
Vayamos de un lado a otro sin importar el espacio.
Descubramos las fronteras
de este mundo.




Enamoremos los sentidos
que gritan que no exista fin.
Dejemos que este juego nos consuma
hasta perdernos;
seamos los habitantes de la debilidad del otro...
Que esta falta de aliento
se vuelva nuestro único enemigo.

Y aunque sabemos que todo principio
tiene un fin.
No os preocupéis reír de mi locura,
amante de mi pasión.
Que aún nos quedan los radiantes sueños.
Y en ellos los límites sólo los pone la imaginación.


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