Pegarme a tu cuerpo un poco más de lo normal.
Alargar un beso.
Provocar con un gesto,
con un ronroneo y sentir tu respuesta
sin palabras contra mi.
Sonreír con malicia y acariciar
distraídamente rutas cercanas a la deseada.
Poner cara de gusto y matarme de ganas.
Escuchar tu voz
"Por favor, por favor, más abajo"
y rendirme a su súplica.
Tirarnos en el suelo a charlar de nada y de todo,
contarnos secretos.
Tu cercanía y el leve roce de tus dedos.
El calor inmenso que se desprende
de estar juntos.
Que me busques los pies.
El cosquilleo de la pasión que me despierta.
Mil besos, mil caricias, mil abrazos,
millones de palabras tiernas
que no dejan pensar, que buscan caminos
y se cuelan dentro de la violencia de un torrente
de verano.
En la playa disfrutando del mar,
que llevas en los ojos, del sol de tu sonrisa
y de la sombra de tu cuerpo.
Bajo el cielo, sabiendo a sal.
Verte, mirarte, mirar que me miras.
Que todo valla lento, que no se acabe nunca.
Haciendo el amor, mirarnos.
Abrir tus cajones y espiar tus gustos.
Descubrir tus juegos, mostrar los míos.
Reírnos, contarnos, preguntarte sin preguntarte,
contestar a mis propias preguntas.
Conocernos, enamorarnos, desearnos cada vez más
y no frenar.
Besarte con prisa y quitarme la ropa,
que lo que me digas suene en mi boca.
Tenerte, que me tengas.
Buscar la cama con modales bruscos,
no pensar, no parar, no pedir sólo tomar.
Saciar nuestra hambre de nosotros
para seguir saboreándonos.
Ponernos traviesos en el coche,
tener que parar para no esperar.
Buscar rincones. Buscar momentos.
No aguantar la excitación. Ser inconscientes, imprudentes,
volvernos locos.
Que me respires en el pelo,
mientras tus manos se pierden en mi cuerpo.
Que no me sueltes.
Que las bocas se nos busquen.
Acariciar tu lengua con la mía, lamernos,
mordernos, besarnos los labios, el cuello,
los hombros, pezones, el vientre, el ombligo...
Mojarnos de saliva y de deseo.
Explorarnos, contagiarnos el placer,
fabricarnos gemidos el uno al otro.
Pedirnos más, regalarnos más, invadirnos,
poseernos, darnos.
Descansar juntos, dormir desnudos pegados,
sentirnos respirar y latir.
Disfrutar de tu presencia sin más.
Abrazarnos, compartir silencios cómodos.
Todos los momentos vividos, los soñados,
los esperados, deseados.
Todos ellos, esos momentos so los que me dicta
el corazón.
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