a tu cara, en ellos unas gafas.
Con suavidad puse mis dedos en las patillas
deslizándolas hacía mí.
Con mesuras las doble.
Mis ojos persistían en los tuyos,
bajaban a tus labios mientras que ponía los míos.
Una mano rodó ligeramente tu mejilla
avancé un poco mas.
Sólo un poco más, situándome a la altura
de tus labios,
entregaría los míos, tu me miraste,
veía en tus ojos, leía en ellos.
Despacio, muy despacio, nos acercamos
rozamos nuestros labios,
tus manos posadas al rededor de mi cintura,
atrapada en ti me atrajiste mas hacia tu pecho
quedando el mío clavado en el tuyo.
Ahora nuestros labios se abrieron
dando paso a la intensidad de una cálida brisa,
era nuestro amor.
Nuestras lenguas se unieron
mordisquee tus labios.
Sentí como temblabas en mi.
Te abracé aún más tu cuerpo era mío.
Me separe, mordí el lóbulo de tu oreja
mis manos trabajaban tu torso,
el tacto de tu piel en ellas encendió en mí
un ligero escalofrío.
Eramos dos y uno al unísono.
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