miércoles, 28 de diciembre de 2016
Algo Diferente
Hay que hacer de cada día
un suspiro diferente,
de cada beso un poema distinto,
de cada mirada nuevas caricias
sobre el alma...
Así comprenderemos muchas cosas,
el porque el cuerpo se transforma
en un ramillete de sensaciones,
cuando nos gusta o amamos a alguien.
Cuando ese alguien se acerca a 2 cm. de nosotros,
se nos altera el corazón a mil,
nos acaricia, erizando la piel,
produciendo temblores desde el infinito del ser
y nos abraza dejándonos llevar por el deseo y el sentir...
Disfrutando de nuestra recompensa...
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