como se hace con el buen vino
y en las espumas y burbujas de él
emborracharme de ti;
hasta caer exhaustas agonizante
y liberarme del deseo por tu carne...
Por Ti.
En cada sorbo voy dejando
fragmentos de piel desgarrada.
Los latidos al unísono de nuestros corazones,
hacen gritar de alguna manera
nuestra entrega total.
Devorando mis entrañas
te tengo cautivado
y yo me entrego a la pasión
que tu me das.
Me muerdes la sonrisa con mis ojos tapados,
no puedo verte;
pero cada vez que me tocas gimo...
Me haces volar de tu mano
y sé que tu cuerpo responde
a mis sentidos...
Y me haces tuya entre la euforia y el desafío
por controlar mi ira...
Mi cuerpo te acepta y se hace agua, vida...
el vientre palpita contigo dentro
acunando mi ser y tu ser en la batalla.
Cuando el fuerte gemido
ya nos dice que hemos superado
la guerra de los mundos.