cual mariposa escondida;
refugiándose del viento.
Y en este día invernal
que la lluvia cae sobre el cristal...
Recuerdo!!!
que tu mirada me buscaba
y desnudaba mi cuerpo.
Aturdida, perdida
buscaba calor humano
y tus manos me ofrecían fuego para muchos años.
Hoy juegas en mi pensamiento
no con palabras, sino con caricias
que emanan de tus dedos.
Y aunque el tren haya pasado
puedo verte montarte...
con tus manos decir a dios.
Y te juro vida mía
que ya el tiempo a pasado...
Aun Te Quiero...
Y este verso perfumado de mis pensamientos...
Es una imagen preciosa
de un campo lleno de rosas
que dan belleza a tu cuerpo.
