con la brisa de noviembre
y los aguaceros de junio.
nuestras espaldas sudorosas.
Amamantemos nuestra sed
con el crepusculo timido y solitarios
que se corona de lunas desesperadas
en las gotas de los inviernos.
Que el rocío de la mañana
nos encuentre abrazados
en la hierba mojada,
que tu piel y mi piel
sean una sóla;
que la noche hermosa de estrellas
nos halla cubierto de
placeres bellos.
Y hoy podamos disfrutar
de ese poema tan hermoso
que nuestros cuerpos y deseos
han formado.
Con el amor que nos ofrecimos
sin pudores,
como lo hacen los amantes...
Tus labios y los mios
lo han sellado
Te quiero, como quiere
la rosa a su perfume,
como las flores al rocío
y al sol de la mañana.
Hagamos un poema
con ese amor que hoy
nos hemos regalado
Te Amo.
Preciosos versos.
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