lunes, 13 de agosto de 2012

Tango

La musica empezo a sonar,
y la suave melodía envolvio
a nuestros cuerpos con la magia
y el embrujo de su sutil aroma y el canto de su son.
El son del Tango, erotico y sensual
donde los bailarines se convierten en uno,
guiados por el amor del baile.

El balanceo nos llevo de la mano
por las praderas del corazón,
asomando la pasión y olvidándonos de todo
lo que ocurria a nuestro alrededor.
En ese momento eramos el y yo...

Seducción pura y estallidos de deseos
respiraciones agitadas, sentimientos
a flor de piel...
Nuestros cuerpos se tocaron
y vibraron al tacto de nuestra piel candente,
tatuados por el fuego que desprendiamos
en cada movimiento,
enredados y envueltos en las llamas
de la pasión, al sentir el calor
interno que fluia, de los dos,
entregados al tango deslizándonos
por los confines del tapiz azul.

A medida que fue transcurriendo
el tiempo, sin darnos cuenta,
volábamos sobre la moqueta de cristal.
Nuestros cuerpos enroscados
por las enredaderas de la melodia
se fueron excitando, en cada movimiento
del cuerpo.
En cada latido del corazón, los tambores
internos tocaban, al mismo ritmo,
al mismo compas de la musica.

Salimos a la realidad, y nos sumergimos
en el mar de los deseos,
fusionados en cuerpo y alma.
Ya no eramos dos, sino uno sólo,
porque bailar compenetrados
con entrega mutua, con eterna pasión,
tambien es hacer el amor.


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