Mi ritmo desata el desenfreno del tuyo
que agitado descansa
en la cresta del deseo.
La mirada que perfora la mirada,
el olfato absorbiendo al instinto
el climax derribándolo todo.
Cruzar océanos de horas, grietas,
kilómetros de obstáculos,
de dudas de retrasos.
Cruzar todas las tormentas en tu nombre...
Ir hacia ti, guiada por tu rostro de hombre,
de tierra mojada de deseos.
Ir hacia ti, sedienta, apasionada
y te encontraré y te brindaré mi vida en instantes bellos
de pasión y lujuria....
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