Que noche tan rica la de anoche
cuando me acurruque en tus cálidos brazos
mi cuerpo medio desnudo
abrazada a ti sintiendo el calor del tuyo.
Sentía el frió del ambiente
y me cobije entre las sabanas
y mi cuerpo calenté
cuando con tus brazos me abrazabas.
Tus manos recorrían una y otra vez
todo lo tuyo,
todo mi ser, y mis encantos de mujer.
Yo no quería sexo, solo quería sentir
caricias y besos por todo mi cuerpo
que de nuevo exploras
y sintieras lo que realmente
me haces vibrar.
La humedad de tu lengua
pasaba por mi cuello y mi piel
se erizaba con solo sentirla
hasta que tus manos llegaron hasta
las profundidades de mis intimidades.
Me haces llegar al éxtasis
sin entrar en mi cuerpo
con sólo caricias y besos
me haces delirar, para después
en tus brazos dormir y descansar.
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