Yo te espero impregnada de aromas otoñales de hebrea,
mirando por el ventanal de la habitación, llenas de velas encendidas
observando un atardecer esplendido.
Mi piel te llama impaciente es silencio
para que regreses pronto
y te bañes con los jugos de la vida.
Mi amor es como los ojos chispeantes
que miran embobados y con ansías
de llenarse de ti en instantes bellos.
Las pieles desean gozarse y recrearse poco a poco
desojando cada pétalo con fiesta.
Mi alma se adueñara de tu alma
cuando te siente y huele tu aroma varonil,
te acercas descalzo hasta mí,
yo cierro mis ojos e inhalo tu caricia,
como por mis poros se mezcla mi olor con tu olor.
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