Nos bañamos después de tanto amor
pero seguimos amándonos en cada rincon de la casa
entregándonos ese deseo constante
de acariciarnos, mis poros aún rebozan dilatados.
En tus labios un sin fin salado de ternuras abiertas
que desbordan sobre mi cuerpo
tendido y callado.
Me acurruco entre tus brazos tu aroma impregna
hasta mis huesos recorriendo mi enigmático
silencio...
Ay amor mío!!!, contigo las horas
pasan tan rápido porque me gusta
esto de encontrarnos más en el sexo,
jugar en nuestros miembros
sentir que estamos así, siempre al borde del intento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario