Aunque no deba o pueda tocarte
que la copa donde beberte sea del color de tu carne
y del tibio cristal de tu desnudo...
Siempre tendré en mi tacto ese perfume
de tu cuerpo desnudo,
donde bebí con ansía emborrachándome de ti...
Tu piel fue testigo que presenció el crimen
que es amarte hasta morir...
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