Perdí mis sentidos aquella noche que me hiciste tuya,
mi cuerpo deliró al entrar en mi.
Te paseaste en mi, recorriste cada centímetro
me hiciste sudar, arrancaste suspiros,
gemidos llenos de placer penetraste en mi
fuiste único.
Tu cuerpo se movía al escuchar mi respiración,
mis quejidos, caí rendida en ti.
Desnudos los dos, tu erecto y mis senos
te provocaban suavemente con tus labios,
los tocaste dejando tu dulce sabor allí.
Me sedujiste acariciaste mi entrepierna
allí tocaste mi alma,
besaste mis pétalos saboreaste mis mieles.
Me dejaste sentirte, me incline hacia ti
tomando en mis labios tus néctares te bebí,
como nunca antes.
Erecto estabas en mi boca te saboreé
disfrutaste de mis labios,
de mis pétalos, te cabalgué dejando mis ganas en ti
desbordadas.
Tu piel, mi piel, temblaban de sólo sentir
poseí tu cuerpo y tu el mío
quedando exhaustos...
Los dos llenos de nuestro aroma
de nuestro olor...
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