Hasta que mis manos peregrinen en tus labios
aquellas palabras que sólo aparecen entre
los enamorados.
Tejeré una madeja invisible entre nosotros,
madeja de caricias y besos
que anunciaran placeres por venir.
Yo decidiré hacerte mío,
eligiré el momento para hacerte sucumbir
a mis pies, para demostrarte quien lleva
las riendas...
Voy a gozarte hombre, voy a gozarte.
Yo eterno navegante de silencios, triste habitante
del vacío y del miedo...
Al fin he hallado la palabra
TE QUIERO.
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