Sólo fue un cruce de miradas
una dulce sonrisa tierna y apasionada
para que mi corazón se despertara
y en silencio vibrara.
Atrapada en las redes del deseo,
mis labios pedían a gritos
que los besaras y mi cuerpo
te deseaba...
Un beso ardiente de tu boca
me llevó a tu mundo de placer
encerrada en él....
mi cuerpo se dejó llevar...
Mientras ardía en tu fuego...
disfrutaba apasionadamente el dulce pecado
de tu amor.
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