Deseo ponerte ardiente apasionada...
Húmeda y nerviosa... Acalorada y temblorosa
tierna y jadeante...
Cómoda e incómoda tumbada y en pie
delante y atrás, a la luz y en las sombras...
Con ganas de comerte la boca
y perderme en tu cuerpo,
con o sin ropa.
Pensativa y ardiente de deseo,
confundida y dejándome llevar
perdiéndome y encontrándome con tus besos,
donde el mar vendrá a morar.
No me pierdas, dame tu mano y acércate aún más
que estos labios jadeantes en los tuyos quieren estar.
Déjame que guíe tus manos a mis rincones...
aparta tu cuello...
Deja que mis labios los toquen
que quemen tu nuca mientras mis manos
te desnudan poco a poco,
notando en cada girón de ropa
que me acerco más y más;
el aire escapa de entre nuestros cuerpos,
tu pecho aprisionado desea salir
y tu mirada me lo grita...
Mi deseo es bajar a ellos micra a micra,
impulso a impulso.
No se si es locura o sentimiento,
la ropa cae de los dos...
Entregándose al delirio de unas miradas
de amor y pasión deslumbrada cada uno
Las palabras se borran de los labios,
que la pasión hace encontrarse
en el momento y se entregan sin más.
Poco a poco, cada uno descubre los secretos del otro
y se emborrachan en delirios de pudor,
dejándose llevar por los impulsos
y las pasiones de dos cuerpos que se reconocen,
se acoplan al amor.
Déjame que mi cuerpo te lleve a los vaivenes
que nos dan el placer de la unión
de nuestros cuerpos.
Déjame ser tu principio y tu final.
Somos pasiones encontradas por impulsos líquidos,
que se vuelven sólidos, sólidos que se vuelven líquidos...
Átame a tu cuerpo, desgárrame el alma,
ya me curaré quiero sentirte en mi
como se siente la vida al nacer.
Complementa mis espacios vacíos volemos alto sin parar;
las nubes están bonitas hoy
porque tu estas.
Tu cuerpo se prepara para el maravilloso
acto de la posesión,
poco a poco la excitación se ve en tí, en mí.
Mientras en tus ojos miro el deseo
y en tus labios con los míos,
apago suspiros, gemidos...
Hazme sentir el cuerpo que deseoso se excita...
Tus manos son gaviotas que buscan la libertad
que mi humedad ofrece para tu sexo entrar...
Entra lléname de ti no lo dejes esperar.
La flor de mi sexo se abre para ti y debes entrar sí.
Llévame al éxtasis que mi cuerpo se derrumba
tras sentirte...
El orgasmo llega y mis piernas no aguantan más
nos fundimos en uno...
Llenando mi ser de tu ser,
los dos cogimos las estrellas ansiosos
por estar el uno en el otro y extasiados
caemos en el suelo y quedamos abrazados.
Yo en ti tú en mí.
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