DUETO
Me juraste amor eterno.
Perdida tu boca en la mía me sentí amada,
como el sol a la luna que cada noche vela su sueño,
como la Abeja al polen...
Así me sentí amada.
Suspiro tus palabras con el gemido de mi boca,
manantial de placeres, ríos de agua salada
afluente de mi cuerpo libertino,
dedos traviesos rozan tus labios dejando huella
de los deseos consumidos y te beso....
Y beso el néctar que tu cuerpo me ofrece.
Cada caricia que a mi cuerpo le ofrecías mi piel
brindaba sensaciones a tus deseos.
Sentía un ronroneo por mi espalda
y a su vez una voz me susurraba... No pares!!!
acaricia mi alma...
Que yo he de dar todo este amor aún no profanado....
Y mi piel desnuda te ofrecí.
Luchaste con los vientos ofreciendo batalla a mi desnudez
y vencida caí a tus pies.
Guerreros fueron mis dedos,
guerrera es mi alma y bohemia es mi mente,
donde dicto mis actos de amor...
Y ella me dijo que viajara por tu cuerpo,
como un obsceno hambriento de deseo
y de tu desnudez encontré la lujuria que me falta.
Desfallece mi alma, si no he de retornar a tus brazos...
Hazme sentirme mujer otra vez
que los rosales de mi cuerpo florecen en ti,
bella rosa en mi brota cuando ejerces de jardinero...
Mis brazos volverán a abrazar los deseos escapados de tu piel,
ultrajaré tu rosa negra donde tus espinas se han de clavar
en mi espalda.
Uñas sedientas de sangre y enfurecidas por un orgasmo
y en tus pétalos he de dejar la esencia de mi lujuria...
Saber que no es amor lo que busco
sino su desenfreno de dos cuerpos
en un mismo campo de batalla.
Ojalá a quien uno desea amara con tanta pasión como la q ínsita tan hermoso piema
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