pero en lo hondo de mi corazón
puedo escuchar tus pasos...
Y me inundas el alma de pasión
en el momento que mis oídos
te escuchan alterando todo mi cuerpo...
Cuando tu mano llega hasta mi hombro
y me roza levemente como un suspiro...
Entonces caigo rendida a tus pies
como un animal desvalido
y tomas mi cuerpo abrazándolo uniéndolo al tuyo;
en un instante inolvidable,
que el tiempo se detiene en ti y en mi...
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