domingo, 10 de agosto de 2014

Sabanas Humedecidas

Anoche hicimos el amor y sentimos sensaciones,
temblaron nuestros cuerpos de pasión y placer,
no nos hizo falta besos
ni tampoco una caricia.

Pero gozamos de nuestros cuerpos en silencio,
rendidos quedamos los dos sobre la cama,
vencidos y recobrando la cordura
me recliné y sobre tus senos saboreando con mis labios,
esos deliciosos pezones de gran areola excitantes.

Tus bellos ojos como diamantes,
miraban y desprendían un fuego candente
lleno de amor,
como dibujando y deseando poseer mis labios
y esa hambrienta boca tuya se apoyaba sobre la mía;
calmando tu sed de mis besos y dándome el beso mas sensual
y largo que jamás hubiera recibido.





Imaginando mi cuerpo entrelazado
por tus brazos sintiendo tus manos acariciarme
te sentía tan adentro de mi ser;
que sólo pensaba en poseerte y hacerte solo mío,
disfrutábamos con pasión de nuestros cuerpos desnudos
sobre nuestro lecho de amor, que aún estaban las sábanas
humedecidas.

Anhelando poder dar placer y vida a esta gran pasión
dos locos enamorados amándose sin ningún pudor
y mi lengua jugueteaba en tu húmedo manantial...

Por donde te emanan los más dulces y deliciosos jugos que afloran
lo mas profundo de mi ser,
desde nuestro amor llega hasta el éxtasis y el más maravilloso climáx
de placer entre un hombre y una mujer que en pocos instantes
juntos llegamos a enloquecer entre el amor y la pasión.

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