La vida me ha enseñado a vivir descalza
con la piel dorada bajo el sol,
caminando con el viento de cara ;
pero con alegría en el corazón.
Y de tu mano caminar noche y día
y amarte cuando nace el sol.
Perdóname el pecado de encontrarte
en mi lamento,
y el intento equivocado de quererte tanto.
Perdóname si hoy grito tu nombre...
y el viento me lo devuelve con un beso...
No hay comentarios:
Publicar un comentario