sábado, 14 de noviembre de 2015

Tu Voz...

Una noche de ti, del silencio de tu alma,
una noche donde tu voz,
sea mi calma, la sabana para cubrir mi desnudez,
el poema de mi boca en ti.

En tu voz la puerta se abre sin llave,
tu voz electrifica mis muros, las paredes caen en seda roja,
mis manos te nombran, tu voz me aloja.

Tu voz es el canto donde voy descalza a refugiar
el misticismo que habita mi oleaje etéreo,
donde medito dentro de tu aroma cada instante.

Tu voz multiplica mis mares
y en su profundidad los peces gimen
al contacto de mis manos
elevando una plegaria para nunca irnos del amor.

Tu voz llegó a quedarse,
a traer un mensaje, a detener el tiempo,
a hospedarse en mi templo,
a ser guardia de mi silencio.

Tu voz es la presencia del cielo, la omnipresente
pronunciando el viento, la palabra sagrada en nuestro fuego,
tu voz es el vino de los ángeles en comunión
a nuestro verbo...




Es en tu voz que viajo sin equipaje.

Tu voz me come, me lame, me succiona,
me abre las piernas, me emociona, me fricciona,
me excita, me acordona,

Me humedece, me provoca, me incendia,
me inunda, me hace transcender profunda,
me invita, me incita, me estalla...
en los orgasmos, me enciende,
me deja escrita en tus manos.

Tu voz me vuelve tuya en la inspiración.
Tu voz me moja, me penetra
me pone loca...

Me deja muerta, resucitada,
la alquimia queda en mi cama...
Llueve mi alma y se hace eterna...

Tu Voz...


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