que un día encontré casi hundido en la arena
y sé que he de encontrarte
y serás mi destino,
mi llegada a la verdadera vida.
Si tu bella, has conseguido que yo
resurja de las cenizas de la guerra,
pudiendo aún seguir vivo.
Eres un rallo de luz o una señal
del destino.
Pregunté por tí a todos los compañeros
que lucharon conmigo;
nadie te conocía,
yo tenía que encontrarte
por alguna razón por tí sigo vivo.
Y partí para encontrar tan bella dulzura
que me salvo de balas, bombas y de heridas.
Aunque cicatrices siempre hay,
con el tiempo me repondré.
Caminando llegue a tu ciudad
y pregunté y volví a preguntar;
llegando a mi destino y te encontre.
Cómo un amanecer hermoso
tras las montañas.
Tu rostro era una bella flor
con gotitas de rocío en la mañana
y me enamore de vos
nada mas verte.
Te lleve tanto tiempo
en mi cartera que te sentía mía;
desde siempre.
Eres el bello ángel
que me salvo la vida y que hoy
es mi eterno amor,
amor para siempre.
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