Un puñado de sueños rodó por el suelo.
A los cuales no me atrevía pisar, un mal paso
y podrían estallar.
Tantas veces el río desemboca en el mar...
Tantas veces el agua dulce sabe a sal...
La sangre sale huyendo...
Se esconde en un viejo matorral
por las huellas que deja
un día, ha de regresar.
Si tus ojos en mis labios se volvieran a posar...
Si mi cama no fuera a la deriva
en un mar de oscuridad...
Contador de sueños ya no te puedo alcanzar,
deslizándote por mi pelo
entre los dedos te deje escapar.
Barato son los sueños y lo caro
que me resulto soñar.
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