sábado, 5 de enero de 2013

Mi Nombre

Mi nombre es amor y no tengo sexo, edad ni raza.
Nadie pudo jamas verme ni oírme ni tocarme.
Y sin embargo, todos saben que existo
porque alguna vez sintieron mi presencia.
Nací en el hombre y aún ya fui antes,
porque el hombre mismo fue producto del amor,
o sea de mi mismo.

Habito en el corazón de los hombres
y comparto mi hogar con otros sentimientos
como la alegría, la tristeza, la ira, y el odio.
No tengo brazos y sin embargo soy tan fuerte
que muchos dieron la vida e mi nombre.

No tengo piernas, mas sin embargo,
puedo unir continentes sin mediar distancias.
Nunca tuve ojos, para que los quiero
si solo me interesa la belleza interior y para verla
no los necesito.
No tengo boca y a pesar de ello,
lo mas grandes poetas crearon los versos
mas hermosos que pronuncian por culpa mía.
No tengo oídos, pero soy capaz
de escuchar la voz del corazón.

¿Cómo me alimento? ¿Podrás preguntarte?
Me gustan las palabras dulces y los gestos
cariñosos.
Me encantan las miradas tiernas,
el eco de las risas, el valor de la amistad.
Me robustezco cuando me alimento
de ilusiones y de fe.
Crezco en el compromiso y la entrega.
Tengo mucho miedo a la ingratitud y a la traición.
El dolor y la pena puede herirse pero no matarme.
No quisiera conocer la muerte,
pero el olvido es capaz de causármela.
¿Que donde estoy, como darse cuenta de que
existo?.

Pues bien fíjate en los ojos de una mujer acariciando
la cabeza de su hijo recién nacido, ahí estoy yo.
Mira a tu alrededor las flores, los pájaros, el cielo,
las nubes y las estrellas y me veras a mí, porque todos fueron
creados por amor.
Contempla el rubor en el rostro de una niña ilusionada
al recibir su primer beso, sigo siendo yo.


En el cariño del amigo que te tiende la mano, te comprende,
te escucha te conforta, allí estoy yo.
En el beso afectuoso de un hijo al despedirse de sus padres,
también estoy yo.
En la emoción de un hombre y una mujer uniéndose sus cuerpos,
estoy yo.

En el recuerdo de la sonrisa dulce de un ser querido
que se fue también estoy yo.
En la ternura de un niño jugando con un animalito,
sigo siendo yo.
En lo que me motivo a contarte esto,
también estoy yo.
En muchos sitios a través del tiempo, sin importar
las diferencias , estoy yo.

Si quieres buscarme haz lo, pero sabes que solo me encontraras
cuando ya no pienses más en ti mismo, en ese momento
se abre tu corazón y me hallarás.
Conoce tus sentimientos, mejoras tus relaciones.

Se feliz conociendo tus sentimientos
La vida es una sola.

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