Da por echo que mi sexo será tu abrigo,
mis brazos tu cobijo y mi pecho tus dunas
donde te gustará acampar en verano,
otoño, primavera no importa la estación anual.
Da por echo que la fuente de mis besos
te darán la fórmula
de la juventud y no envejecerás jamás.
Seré tu elixir de la vida,
porque mi lengua, mis labios te harán ir al paraíso
día a día y no querrás regresar.
Sólo da por echo, que mis caricias
en tu piel anidarán, como anidan los pájaros
y siempre volverás.
Porque cada noche nuestros cuerpos
se amaran.
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