saborear el sabor de tu piel, que te adentres en mi sexo
quemarme en tu deseo,
tengo ganas de amarrarte a mis fantasías,
hacerlas contigo realidad, de seducirte con mi imaginación
de quitarte el aliento;
de que dependas de mi, quiero ser tu necesidad,
que sin mi ya no puedas respirar.
Quiero ser tu aire, tu respiración, quiero ser tu dosis, tu droga,
tu tentación, tu vicio, quiero que me desnudes el alma y veas en ella,
que sólo tu me excitas que no hay hombre que erice mi piel como tu....
Que no hay hombre que me haya echo acabar en el éxtasis
de un orgasmo delicioso y delirante.
Tengo ganas de quitarme la ropa delante de ti,
de sentirte hambriento de mis deseos.
Me gusta mirar, como me miras cuando mi ropa
empieza a caer de mi cuerpo y mi piel desnuda
va quedando delante de ti, mirar como te vas acercando,
agitado, deseoso, ansioso, tomando lo que es tuyo,
lo que te pertenece, despertando mis deseos,
humedeciendo mis pasiones doblegando
mis sentidos.
Perdiendo mi voluntad,
con tus caricias que me enloquecen.
Tengo ganas de ti, hambre de tu sexo,
haciéndote disfrutar como nunca.
Me gusta que me ruegues que no pares,
que apenas puedas hablarme, después de tanto deseo
que te entrego.
Tengo ganas de ti, de besar tus labios
una y otra vez, de que nuestra respiración
se entrelacen de que no te sueltes,
de que me tomes a tu antojo.
De que me arranques hasta el último suspiro
de que mi lengua juguetee donde mas te gusta,
donde mas te gusta, donde casi no hablas porque
no paras de gemir y me encantan escuchar tus quejidos
porque sé que te vuelves loco.
Tengo ganas de hacerte el amor
y de que me lo hagas a tu medida, que el pudor
se pierda y que sólo la vergüenza sólo sea una espectadora.
Tengo ganas de que seas sólo mi necesidad,
de ser tu carcelera y que en mi corazón cumplas condena
de amarme toda la vida.
Tengo ganas de sentirte y de que me sientas,
de que sólo seamos uno cada noche y cada día
para siempre.
Tengo ganas de.... Ven acercarte que quiero susurrartelo
al oído.
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