Morbo

Después de haber probado el néctar de tu boca
y haber dormido en ese beso que nos dimos,
soy adicta a ese morbo que en mi piel se produjo
y ya sin él no puedo vivir.

Podría vivir enredada en tu pelo
en los pliegues de tus labios,
lamiéndote las heridas con cuidado
porque eres el morbo más exquisito
que habita en mi.

Eres mi mejor poesía cuando en tu piel desnuda
escribo los más exquisitos versos desojando
en cada trozo de tu ser las mas delicadas
y bellas caricias que a través de mis dedos
te hacen estremecer.

Y donde nos quedamos con aquel tierno beso
que aun sigue dormido en mis labios.
Debo buscarlo en los pliegues de los tuyos
poco a poco, piquito a piquito
lo despertaré.

Y despertará enredándolo todo
y fundiéndose en tu boca con la mía...
renacerá el morbo de tu piel y mi piel.