Sigues nervioso porque me miras así,
que me acaricias el alma y la piel
se eriza por tu mirar.
Vas desabrochándome la camisa
con cuidado, deleitándote en cada trozo de mi piel
que descubre...
Y me ruborizo porque detrás de esos ojos
hay una mirada pícara que me dice ven a mis brazos
que esta noche me perteneces.
Y yo te sigo,
sigo ayudando a tu mano a que siga acariciando
mi alma y mi piel.
Mi cuerpo se excita con el roce de tus dedos,
mi boca bebe de tu boca,
mi lengua juguetea con tu lengua
y ya me dejo llevar por los instintos.
Soy tuya, mi cuerpo es tuyo esta noche,
gocemos hasta el amanecer.
Estamos ya desnudos de ropa,
somos tacto, sensibilidad y furia de pasiones.
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