Dueto
Decídete a llamarme, calma esta ansiedad
que me corroe, abrázame y hazme sentir
la suavidad de tu cuerpo sobre el mío,
esas sensaciones maravillosas que anhelo sentir
y están prohibidas para mi.
Pienso como será el sabor de tus besos,
como de tersa será tu piel,
e la exquisitez de tus pechos,
la exuberancia de tus caderas y la estilización de tus piernas.
Tu despiertas en mi este deseo irrefrenable de pasión contenida
de beber de tu feminidad.
Esta morbidez hace que te sueñe
en mis brazos y cuando cierro los ojos
me veo en la dulzura de los tuyos y en la placidez
de tu sonrisa.
Es como una invitación a despertar mis instintos
que hacen que mi cuerpo se acelere
y se llenen de fragancias de ti mis sentidos.
Calma esta necesidad de hacerte mía,
estas ansias de tenerte,
esta dependencia que atribula mi existencia
y mi vivir...
Haz lo llámame y seré tu sumiso adorador,
te susurraré frases incendiarias que derrita tu corazón
y lo funda con el mío.
Vestiré tu desnudez de besos y caricias
seras el centro de mi existencia, te deseo...
Llámame.
Te adoro con o sin ser sumiso
de esta tu adorada amante de tus noches y días,
donde el amor florece cada día;
con eso de despertar en tus brazos cada amanecer
y que lo primero que veo al abrir mis ojos sea tu rostro
donde se dibuja una sonrisa.
Y el primer impulso que me da es besarte
y dormirme en esa bella sonrisa, por eso llámame,
porque sino lo haces tu...
Yo ya estoy marcando
y me muero por escuchar tu voz varonil
en mi oído que me susurra "hola cielo",
Te Quiero...
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